Hoy las calles se tiñen de esa alegría y melancolía mezcladas en una misma fecha. Esa ilusión, magia y recuerdos que nos despiertan estos momentos. Las mesas largas y llenas de sonrisas de esas familias que están empezando a formarse, de esos niños que están empezando a dar sus primeros pasos en este mundo y por el otro lado, esas mesas que cada vez se hacen más pequeñas. Los años pasan para todos y la muerte es inevitable, la vida comienza a llevarse lo que ya no le pertenece y deja un vacío imposible de llenar en los que se quedan. Es inevitable mirar hacia atrás y pensar en que todo era diferente, ver los platos y darse cuenta cuantos lugares quedaron vacíos sin que nos diéramos cuenta. Cuando el reloj toque las doce muchos miraremos al cielo con lágrimas en los ojos y brindaremos con esas estrellas que tienen un nombre diferente para cada uno de nosotros. Extrañar es parte de la vida pero, soñar también lo es. Así como esta esa angustia del paso del tiempo también está la ilusión ...